Geografía e Historia

Uno de los episodios más emocionantes de la manifestación del pasado 24 de abril contra la impunidad de los crímenes del franquismo fue la aparición de fotografías de Lluís Companys en Madrid. El rostro del presidente de la Generalitat de Catalunya, fusilado en octubre de 1940, recorrió la calle de Alcalá y se reunió con otras muchas imágenes en la Puerta del Sol. Detenido en su exilio francés por la Gestapo, fue entregado a las autoridades franquistas. No quiso taparse los ojos con la venda que le ofrecieron los verdugos. Gritó “Asesináis a un hombre honrado. ¡Por Catalunya!”. Pudo también gritar “asesináis a un hombre compasivo”, porque en los inicios de la Guerra Civil su autoridad permitió que salieran de Barcelona, en barcos extranjeros, más de 5.000 hombres y mujeres, poco seguros en la ciudad después del fracaso del golpe de Estado. Como una parte numerosa de las fuerzas del orden se había declarado en rebeldía, costaba trabajo mantener el cumplimiento de las leyes en una situación bélica. Por mucho que lo repitan algunas voces disfrazadas de ecuanimidad, la historia demuestra una y otra vez que los dos bandos no fueron iguales.

Seguir leyendo en diario Público – 23 mayo 2010