Soledades

Cada uno de nosotros es una franquicia de la soledad. Llego a la taberna de Tirapu, casi vacía por la hora, y veo a una mujer al otro extremo de la barra. Su belleza ensimismada, su modo de beber sola y de discutir a golpes de silencio con la clientela fantasma de su interior despiertan mi vena filosófica. Eso es la vida, le comento a Tirapu, un bar, con un silencio hermoso en un extremo de la barra y una conversación vulgar en el otro. No sé quién es, me responde, pero ha venido con toda la soledad del verano a cuestas.

Seguir leyendo en Publico.es – 20 agosto 2010