Los sindicatos deben meterse en política

Cada vez está más claro que la crisis económica es también una crisis cultural. Se han impuesto unas corrientes de opinión que recortan o rompen algunos de los valores fundamentales de la vida en comunidad. Cuando una empresa que aumenta sus ganancias en un 30% anuncia el despido de miles de trabajadores para impulsar sus beneficios, no responde a un problema de dinero, sino a un problema cultural (esa mancha de ideología que esconde la ciencia económica).

Seguir leyendo en Publico.es – 3 julio 2011