La presencia invisible

El tiempo de descrédito que vivimos -ya nos han contado todos los cuentos, todos los compromisos son una estafa- se alimenta de estrategias sociales que conviene detectar. La abstracción gobierna nuestras vidas como una mala novela sin relato y la lectura se convierte en un ejercicio insoportable. El conocimiento de la realidad exige hoy, en la lógica de los mundos virtuales, esforzarse para ver lo invisible, escuchar eso que aspira al silencio y al enmascaramiento, reconocer el sabor ácido de lo que pretende vivir en un territorio insípido y sin responsabilidades éticas, percibir el mal olor de aquello que se esconde bajo la neutralidad higiénica de lo científico y tocar con las manos el efecto carnal de las órdenes sin rostro. Frente a la borradura de las experiencias y el olvido de la historia, se trata de vivir el mundo con los cinco sentidos.

Seguir leyendo en Publico.es – 16 octubre 2011

1 Comment

  1. Mariasun el 23 octubre 2011 a las 11:50

    Como se pueden decir las cosas feas de una manera tan bonita. Genial. Genial.