Y ahora van por los jueces

Conviene atender las declaraciones de los gobernantes. No es que se pueda confiar en sus verdades. Casi todas ellas están pensadas como consignas populistas y formuladas con la intención de enmascarar la realidad. Pero una cosa es lo que se habla y otra lo que en realidad se dice. Así que merece la pena tomar las opiniones oficiales como síntomas. Basta con hacer un mínimo ejercicio de interpretación. La fiebre conduce a la pulmonía, la roncha al sarampión, el dolor de estómago a la úlcera. Las opiniones de los gobernantes son síntomas que conducen a la realidad que pretenden enmascarar.

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1 Comment

  1. Carmenlou el 13 diciembre 2012 a las 21:32

    “…a los gobernantes les interesa que los ciudadanos se odien entre sí. Por eso levantan rencores…” “El descrédito de un grupo social resulta útil para desactivarlo. El descrédito, además, impide la solidaridad, la protesta en común, la lucha colectiva. Fragmentamos a la sociedad en jueces, pensionistas, funcionarios, enfermos, profesores, y acabamos de forma individual con los derechos de cada colectivo. Uno por uno hasta el naufragio final de todos.”
    Ya lo dice el saber popular: “Divide y vencerás”, “Calumnia, que algo queda”… en el fondo no es más que la aplicación sociológica de la ley de oro de Simmel : “La amenaza externa aumenta la cohesión interna del grupo”; sólo que en lugar de servir para reforzar la cohesión entre los diferentes grupos lastimados ante sus agresores, se alientan las divisiones celulares para que cada célula se sienta amenazada por su vecina y agote sus fuerzas y argumentos en el miradero equivocado. Históricamente peligroso y humanamente alienante.