La mujer en la ventana – infoLibre.es

Todos tenemos nuestras cosas. Nos hacemos de una manera, nos sentamos al lado de una forma de ser, nos rodeamos de manías y de objetos. El uso humano llena a las cosas de sentido hasta convertirlas en una costumbre, en algo vivo que mezcla la memoria con la realidad del presente. Cuando nos vemos obligados a separarnos de nuestras cosas o de nuestras opiniones, perdemos pie, sentimos vértigo. No es que nos quedemos en tierra de nadie, o que dejemos de ser de los nuestros, es que dejamos de ser. Tal vez cuesta tanto trabajo separarnos de nuestras cosas porque esa fractura obliga a comprender que nosotros también somos objetos, mercancías, cosas de usar y tirar, un posible desperdicio. El uso de las cosas llena al ser humano de sentido.

Seguir leyendo en infoLibre.es – 11 enero 2014

1 Comment

  1. Pilar el 12 enero 2014 a las 20:37

    ¿cuánto de lo que somos lo explica aquello de lo que nos hemos ido rodeando?
    Leía esta mañana la decisión de Emiel Pauwels, que decidió no seguir viviendo bajo la tortura de un cáncer incurable, una decisión imposible de tomar aquí.
    Quizás much@s preferirían una despedida elegida, rodeados de lo que nos da felicidad y arraigo.