1 Comment

  1. Esperanza el 6 noviembre 2014 a las 13:35

    Querido Luis:
    Gracias por las reflexiones que activan y remueven las mías. En los últimos tiempos apenas puedo leer todo lo que me interesa. Eso hacía mucho tiempo que no pasaba. No podemos negarle a este momento la enorme capacidad de estímulo, de influencia; su carácter educativo.
    Estamos atados a diario a modelos y referentes fatales que también «educan», esquemas muy difíciles de romper. Este momento de crisis, de crítica, de movilización de compromisos y relaciones está educando a nuestras familias, nuestros hij@s, vecinos, amigas… de una manera en la que tal vez no hemos podido influir ni calar antes. Está contribuyendo silenciosamente, educando ( lo que yo coloco dentro de ese pensamiento no urgente del que hablas). Porque existen muchas sutilezas invisibles en lo que vivimos, en el trabajo que realizamos, mucho aprendizaje no planificado. Este proceso movilizador, por su propia naturaleza, nos «moverá» un poquito a todos. Estamos saliendo de nuestra «zona amable y cómoda». Incomodidad e incertidumbre que construya esa mayoría cívica para participar y hacer «en lo urgente», y posibilitar ,a futuro, en lo «importante».