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  1. Abelardo Martínez el 18 diciembre 2016 a las 13:06

    Hola Luis, encantado de saludarte de nuevo después de tanto tiempo.

    Hace años, cuando yo entré en el mundo laboral (1982), lo hice en una delegación de La Casera, en Valencia; éramos unos cien trabajadores; recuerdo que el responsable del comité de empresa, Isidro Carrera Martínez, de UGT, a quien con estas letras quiero rendir un humilde homenaje, se llevaba las hostias por parte de la empresa y las más dolorosas, por parte de los trabajadores, entre los que me incluyo; unos pensaban que Isidro era un vendido y otros pensaban que era un vago, un subversivo y alborotador; unos pensaban que estaba en ese cargo para escaquearse del trabajo y hacer el paripé y la dirección de la empresa lo mismo, pero con el agravante de que le pagaban un salario cuando se dedicaba a meter cizaña, informar y pedir mejoras laborales para los trabajadores.

    Pero teníamos un sueldo digno, dos pagas extras, un mes de vacaciones y algunas otras mejoras sociales, como vestuario, premios, unas grandes cestas de navidad, con jamón incluído y bebida gratis para medio año.

    No se si Isidro vive todavía; éramos muy amigos, pues él llevaba todo lo referente a la fabricación de Schweppes y era quien me enseñaba tal menester, para suplirlo en vacaciones, permisos sindicales, etc.

    A menudo lo ingresaban en urgencias de un hospital, con ataques de hipertensión, una úlcera crónica, depresión, etc.Isidro era un incomprendido, un hombre dedicado a los demás, pero nadie se lo reconocíamos, el se lo tragaba todo para sí al final reventaba por todas partes, sin que nadie se lo agradeciera jamás.

    Ahora voy a pegar aquí, las palabras que a título lapidario, adornan mi blog a título de bienvenida: «Las derechas siempre permanecen unidas, pase lo que pase, con el objetivo común de joder al más débil; las izquierdas que son quien deberían velar por el débil, se diluyen como azucarillo en agua, peleando entre ellos mismos en guerras intestinas por ostentar el poder personal. Desgraciadamente es así».

    Hoy día, los Isidro Carrera, ya no existen; se los quitaron de encima entre unos y otros; los partidos de izquierda, matriz de los sindicatos, andan desde hace mucho tiempo en guerras intestinas por ostentar el poder personal, por quítate tu que quiero ponerme yo; Los Unidos Podemos, el Psoe, etc. son una calcamonía de lo que debiera ser un partido de izquierdas; en vez de luchar por los derechos de los trabajadores, por el trabajo digno con un salario decente, andan tuiteando, retuiteando, organizando congresos en unos casos y demorando los mismos en otros, con el único propósito de perpetuar indirectamente al partido popular en el poder, por lo que es peor, mirar hacia otra parte y sobre todo hacia el ombligo propio en vez de hacerlo hacia los chavales que no tienen trabajo, los que teniendolo no llegan ni a primeros de mes, pues constan en las nóminas como becarios ó a tiempo parcial, que es el peor de los tiempos en el ámbito laboral.

    Recordando a ese gran poeta, Gabriel Celaya, hago míos de nuevo sus versos y sigo pensando que en España hemos tocado fondo y los partidos de izquierda, andan peleando entre ellos mismos, con el único fin de ganar la gloria personal y enriquecer el ego, que dicho sea de paso es la peor forma de enriquecerse.

    Isidro, si vives aún, que Dios te bendiga, pues tu si que eras un sindicalista de honor, un rojo que pro.