17. El ciudadano Caín

Una colmena de becarios, jóvenes en prácticas y futuros despedidos se dedicaba a los trabajos forzados de resumir, cortar y pegar teletipos de agencias internacionales. Aunque resultaba difícil descubrir en la redacción a algún periodista mayor de 30 años, el paisaje corporal no era saludable. Dominaba un color tuberculoso, propio de la piel que lleva meses sin pisar la calle.

Seguir leyendo en Publico.es – 14 agosto 2011