32. Un nuevo contrato social

Allí seguía el precioso bodegón de Chardin. Otorgaba al despacho del anticuario un aire tranquilo, más pacífico. En los pensamientos que salieran de aquel lugar podría oírse el vuelo de una mosca o el rumor de una familia. Delacroix era una compañía mas agitada. Felipe Salgado Sandoval y Vasconcelos de la Bellacasa estaba de buen humor, sin el desvarío utópico de la primera cita, pero sin la crispación y el autoritarismo desagradable que lo habían dominado en los encuentros siguientes. Parecía haberse quedado sin trincheras a sus espaldas. La desaparición de La libertad guiando al pueblo facilitaba una atmósfera de recogida mansedumbre.

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1 Comment

  1. ESperanza Cabanillas el 11 septiembre 2011 a las 15:55

    Te doy las gracias como profesora en Madrid y como granadina. Soy sobrina de Enrique Vázquez Domingo, al que sé que conociste, y de quien tanto aprendí.. Lo que ocurre en Madrid no es más que el principio, mucho me temo que en Andalucía ocurra lo mismo el curso próximo.ESta lucha es de todos los que creemos en la Educación Pública