33. Un pacto entre caballeros

Usted y yo vamos a hacer un pacto entre caballeros”, dijo el anticuario cuando recuperó el control de su ira. Al ver que Azaña abría la puerta del despacho sin aceptar las excusas de su secretaria, la cara de Salgado reaccionó con sorpresa, convertida en odio por los gestos de Sandoval cuando los cuatro rostros de don Felipe escucharon la petición del detective. “Quiero que me explique qué es el Club Carlos X”, exigió. Así hizo añicos la tranquilidad del bodegón de Chardin y le devolvió a la habitación el tumulto callejero de Delacroix. Había acertado. Los ojos de Vasconcelos y De la Bellacasa, asustados y sibilinos, le pedían que se sentara para firmar un pacto.

Seguir leyendo en Publico.es – 30 agosto 2011