Tú podrás dominarlo
Un desalentador sentimiento de fatalidad entristece la llegada de este mes de septiembre. Se trata de un ánimo extraño. El obligado estudiante de la vida que todos llevamos dentro suele facilitar que identifiquemos el curso escolar con el verdadero principio del año. Septiembre intenta compensarnos casi siempre del final de las vacaciones con una meritoria reunión de promesas, deseos y proyectos. Así nos recuerda el irrenunciable ejercicio cívico de la decisión. Las ilusiones y la responsabilidad tienen el mismo origen, un proceso que nos convierte en ciudadanos como la mano del campesino transforma la tierra en cultivo.
Seguir leyendo en Publico.es – 4 septiembre 2011
Les llaman mercado cuando son personas – mejor dicho parecen personas pero son replicantes como en Blade Runner – con nombres y apellidos que tienen un problema: son insaciables y carecen de cualquier tipo de escrúpulo moral.
Además tienen uno de los mejores negocios del mundo: cuando se arriesgan y pierden ya estamos los sufridos contribuyentes para sacarlos de embrollo y enjugar sus pérdidas dado que a nuestros gobernantes no se les olvida que son «too big to fail».
La solución es fácil desde la política (si se quisiese): pararles los pies y obligarles a cumplir un marco regulatorio estricto. Desgraciadamente con tanto «calmar a los mercados» nos daremos cuenta que eso no sirve cuando los trabajadores cobremos la hora trabajada a 0,50 céntimos de € como en China.