Aquellos días – EL PAIS Andalucia
Febrero es un mes lúcido y laborioso, muy consciente de sus propias limitaciones. Suele compensar con una disciplinada agenda de trabajo la carencia de días que sufre desde su nacimiento caprichoso en los calendarios. Febrero es rotundo para lo bueno y para lo malo. Con lo caras que resultan las afinidades electivas, mi hermano Adolfo y mi amigo el poeta Felipe Benítez Reyes se pusieron de acuerdo para nacer un 25 de febrero de 1960. Estos abusos sentimentales sólo ocurren en febrero, el mes en el que me abandonan las mujeres, entran en crisis mis equipos de fútbol y las llamadas telefónicas son capaces de ponerme la vida del revés.
Seguir leyendo en EL PAIS Andalucía – 27 febrero 2010