Desconectar
El tumulto tecnológico nos invita a definir las vacaciones como un tiempo propicio para desconectar. Me lo he pasado bien, dice la gente, he conseguido desconectar. Esta ilusión supone algo así como estar fuera de cobertura, sin preocupaciones laborales, pero con el alma y el cuerpo disponible para las llamadas de la utopía y las agencias de viaje. Los que no sabemos desconectar estamos acostumbrados a recibir buenos consejos. Parece una locura dedicar todos los meses del curso a leer y escribir, y luego pasar las vacaciones entre libros y papeles.
Seguir leyendo en Publico.es – 23 agosto 2010