Los deberes

Las palabras las carga el diablo, o la historia, o el manipulador. A la bodega de las palabras entra un peso sentimental que a veces es más eficaz que su significado. Hablo con mi hija Elisa sobre los mensajes subrepticios de las palabras. Nos ha oído comentar a su madre y a mí unas declaraciones de Miguel Boyer en la revista Vanity Fair. La mezcla de datos le resulta extraña: economista, ex ministro socialista, argumentos sobre el fracaso de la huelga general y una publicación en la que ella buscó hace pocos días las fotos de un modelo desnudo que le parece muy guapo.

Seguir leyendo en Canal Sur Web – 13 septiembre 2010