La ética de la irresponsabilidad
Las épocas de crisis facilitan que se escenifique la famosa distinción de Weber entre ética de la convicción y ética de la responsabilidad. Muchos políticos, en nombre de los intereses inmediatos, toman decisiones contrarias a sus principios o a la dignidad de sus países. Se sacrifican los valores, en la conciencia de la repercusión negativa que puede tener la defensa de una idea justa. Hasta aquí las explicaciones ofrecidas. Pero creo que es hora de aportar una perspectiva más. Para entender del todo la situación política, habría que añadir un breve examen de la ética de la irresponsabilidad. Cuando la llamada responsabilidad se convierte en una sentencia de muerte del mundo que uno quiere defender, las pretendidas actuaciones sensatas son un disfraz de la irresponsabilidad. Tenemos derecho a sospechar que estamos en manos de unos insensatos.
Seguir leyendo en Publico.es – 5 diciembre 2010