Los que no se presentan

La mayoría de la información que nos llega reproduce las embestidas del PP al PSOE o los ataques del PSOE al PP. Por eso las discusiones populares en la barra del bar o en la cola del mercado empiezan de distintas maneras. Según los ambientes, surgen los estribillos de la inutilidad de Zapatero o del miedo a la derecha, los parados que hay con el Gobierno socialista o la degradación de los servicios públicos allí donde ganan los conservadores. Es frecuente el consenso inicial, pero cuando en el corro surge una voz discordante, el movimiento de las discusiones busca un acuerdo final. La conversación política popular puede empezar de distintas maneras, pero suele acabar del mismo modo. De la frase consoladora «los otros son peores», se pasa a la sentencia «pero si todos son iguales». La farsa bipartidista, con su agresividad teatral, produce un daño generalizado sobre la consideración de la política. Los que responsabilizan de todo al adversario, facilitan la idea de que el origen de todos los males es siempre político.

Seguir leyendo en Publico.es – 14 mayo 2011