Tener trabajo no es tener un oficio – infoLibre.es

El oficio es un factor decisivo a la hora de generar el sentimiento de ciudadanía. Tener un oficio nos vincula con la sociedad porque convierte el trabajo en algo más que en un esfuerzo para ganarse la vida. Quien posee un oficio es dueño de su propia utilidad, se siente responsable de la finalidad de su trabajo. Poder vivir de acuerdo con una vocación supone un lujo que estamos acostumbrados a identificar con la medicina, el magisterio, la política o el sacerdocio. Pero es también una suerte sentirse responsable no ya de una carpintería, sino de los muebles de una carpintería, o de un tendido eléctrico, o de los motores de un taller, o de los cultivos de un huerto. El oficio nos convierte en participantes y protagonistas de una sociedad. Nos define como seres vinculados.

Seguir leyendo en infoLibre.es – 23 noviembre 2013

2 Comments

  1. Abelardo Martínez el 26 noviembre 2013 a las 12:09

    Tener un oficio dicen que es un objeto de lujo y de deseo. Con cuarenta y nueve años quedé en desempleo; de la literatura nunca he podido vivir. Tras casi dos años en las colas del Inem. opté a un proceso de selección donde me batía el cobre con gente universitaria y mucho más preparada que yo (Publicista). La suerte, hizo que el empleo me lo dieran a mí. Lo conservo como oro en paño hace ya tres años, compatibilizando este trabajo con mi faceta de escritor, con mi familia y con mis actividades culturales y particulares. Yo me pongo mis horarios, mis rutas y mis quehaceres, pero yo soy quien debo reportar los resultados a la empresa, hasta ahora positivos.

    Mi hija, que se licenció en periodismo hace casi dos años, está trabajando de becaria diría yo, con un salario de trescientos euros al mes, cotizando su empresa en la seguridad social por menos horas de las que realmente hace. Yo a veces le digo, si tú que has estudiado una carrera, un máster en periodismo, eres joven e inteligente te resignas a estar en un trabajo como el que tienes, entonces no te extrañe que yendo al proceso de selección que fueras, siempre te gane un viejo, sin estudios universitarios como yo. (Digo lo de viejo metafóricamente hablando, que me conservo muy bien…)

    Cualquier persona que no tenga trabajo, que se siente desamparado en casa, mi consejo es que no mire las colas del inem, mire egoistamente para él y tenga confianza en sí mismo; a mi me cayó del cielo ese puesto laboral, cosa que le puede suceder a cualquier persona que se lo proponga. Sin afeitar, lamentándose en un banco de un parque ó apurando un botellín en la barra de un bar, mirando tristemente el horizonte es justo lo que no debe hacer nunca un parado.

    El sol sale para todos y todos tienen derecho a disfrutar de él; a todos nos calienta e ilumina por igual, tan solo hay que saber colocarse y buscar los mejores rayos, que repito caen para todos.

    Todos tenemos que trabajar para comer, para vivir; siempre hay excepciones, Carlos Fabra, que tras estar muchos años presuntamente mangoneando. solamente le pueden echar el guante por delitos fiscales de menor cuantía, como Al Capone, exactamente igual.



  2. Luis García Montero el 27 noviembre 2013 a las 09:01

    Un abrazo, Abelardo. Gracias por tu comentario