El caracol, la hormigas y el pájaro – Publico.es
Hacía mucho tiempo que no se sentaban en el banco de un parque. Mario pensó en los primeros días de su noviazgo, cuando esperaba a que ella saliera del supermercado. Juana pensó en el nacimiento de su primer hijo y en el paseo de los domingos por la mañana. Una pareja comparte los mismos recuerdos, pero con una memoria diferente. Sentarse en un banco suponía para Mario volver a 2001, huir del taller a las dos y media, doblar la esquina y sentarse a ver pasar mujeres y hombres con las bolsas de la compra. A las tres había cambio de turno y la muchacha que acababa de conocer, una cajera más inquieta que una ardilla y más alegre que una verbena, lo buscaba con los ojos desde la puerta.
Seguir leyendo en Publico.es – 28 nov 2013