Hoy es siempre todavía – infoLibre.es

Más que acomodar las cosas, la ética dificulta los argumentos con su claridad. Para fundar una tranquilidad mentirosa, que es siempre la tranquilidad del poder injusto, las sociedades pretenden dividir a sus ciudadanos en dos especies: los que se engañan a sí mismos y los que engañan a los demás. Pero llega la ética y nos avisa de que engañarnos a nosotros mismos es engañar a los demás y engañar a los demás supone engañarnos a nosotros mismos. Somos una conversación, palabras de ida y vuelta.

Seguir leyendo en infoLibre.es – 22 de febrero de 2014