La buena reputación
Leo la última novela de Ignacio Martínez de Pisón, La buena reputación (Seix Barral, 2014), y reconozco en mí la pasión del lector.
Es el protagonismo de la figura del lector. No se trata sólo de que me guste mucho el libro, sino de que sienta en cada página la importancia de la mirada del lector. Su privilegio en el hecho literario. La retórica llama narrador omnisciente al autor que escribe desde la perspectiva del saber absoluto. Más allá de lo que conoce cada uno de sus personajes, la voz que cuenta llega hasta cada rincón de las ciudades, cada recuerdo de todas las memorias y cada sueño de las noches que pasan con los silencios, los miedos y las ilusiones de la gente. La lectura de La buena reputación consigue crear un lector omniscente, alguien que en un argumento lleno de sorpresas siente que se lo sabe todo, porque todo lo que descubre habla de él mismo y de la historia de su familia.
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