Salones de Estares

Hay mucha gente que tal vez está en su sitio, pero no en su lugar, y viceversa.

Es inevitable sentir un aguacero de extrañeza cuando se oye la voz propia a través de la radio o la televisión. Uno llega a sí mismo desde fuera, y la lejanía no sólo tiembla en el sentido de las palabras, sino también en el sonido. Parece otro el que habla en tu nombre o eres tú el que te descubres como otro. El aire de la voz deja de ser íntimo.

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4 Comments

  1. Pepa Martin el 31 mayo 2015 a las 10:40

    Al leer «salones de estares» me ha ocurrido igual que a su hija , he pensado que era una expresión y con el mismo argumento. En ningún momento he dudado que hubiese un error, sino un recurso lingüístico que invita a la reflexión. Sr. García Montero, reconozco que antes de estas elecciones no le conocía y le aseguro que ha sido un placer escucharle ¡ojalá la política se impregne, aunque sólo sea un poco de su sensibilidad y honestidad! y a partir de ahora «leerle»… ¿está bien expresado?



  2. Jose Cancio el 1 junio 2015 a las 15:42

    Querido Luis:
    No se debe ser reiterativo, pero tras la lectura de este regalo que nos ofreces hoy me reafirmo en la opinión de que muy baja es la calidad del electorado madrileño para haber «desconsiderado» una figura de tu talla. Parece que el bocazas amenazador, el vendedor de humo y el trilero impenitente han despertado mucho más interés. ¿Quién queremos que nos represente? No, no estoy en absoluto conforme con el resultado de las elecciones: demasiada visceralidad y demasiadas contradicciones que con el paso del tiempo irán en aumento y producirán primero perplejidad y después descontento en los muchos miles de ciudadanos que al votar no esperaban ser manipulados en este cóctel de alianzas que está más en contra de una idea que a favor de la construcción cerebral de otra. Auguro un futuro nada halagüeño, como corresponde a un clima de inestabilidad que a nadie beneficiará. Los españoles siempre tan diferentes de los pobres guiris. Pero en los países que deben ser nuestros referentes la democracia está interpretada en clave de armonía, no de cólera ni de enfrentamiento perpetuo.
    Otra vez mil gracias por ofrecernos literatura con mayúsculas.



  3. Entelekia el 6 junio 2015 a las 20:11

    Cuanta emoción disfruto desde ayer cuando leí «Salones de estares» señor Montero: quería darle las gracias de corazón.

    Ayer, cuando bajaba del tren perturbado por su lectura, mientras cruzaba la estación de Atocha entre ciudadanos ensimismados pensaba «qué bien le sienta a su palabra escrita la derrota».

    A veces la literatura puede hacernos vibrar hasta la verdadera emoción, son momentos escogidos que regala una vida: Dios le bendiga por esta alegría derramada.



  4. Esperanza el 10 junio 2015 a las 18:23

    Querido Luis:
    Desde Córdoba vi en tu propuesta para Madrid un acto de amor y cuidados. No hay mucha gente en política con coraje para cuidar en la enfermedad, entregándose amorosamente. Gracias. Es hermoso. Tampoco hay mucha gente que sepa «perder», que sepa que aún perdiendo siempre gana.
    Como decía mi querido Galeano: …Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.