Urgencia democrática
Cuando la degradación de la vida pública se convierte en una rutina, un acontecer diario de corrupciones y ejercicios fraudulentos de poder, la firmeza democrática es un imperativo del compromiso cívico. La exigencia activa es el modo más directo de oponerse al muro que separa el ámbito social y la vida de la gente. La indiferencia, el silencio, el acomodo y la sumisión pudren la voluntad de convivir, pervierten las actuaciones individuales, abren brechas irreparables y desarticulan las ilusiones colectivas de una sociedad.
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