Un mundo apalabrado
Es una curiosa condición la de este mundo tan apalabrado en el que las palabras carecen de peso. La verdad es que casi nadie tiene tiempo para buscar una palabra de honor. El vocabulario de la prisa corre por las redes sociales y en un minuto cualquier hecho se convierte en palabras. La noticia de una muerte, de un suicidio, por ejemplo, vuela por el mundo y se llena de comentarios, chistes, opiniones, sospechas, vaticinios, advertencias, discusiones, respuestas, reproches, anuncios y festín de palabras, palabras, palabras…
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