El juramento de la sociedad
El compromiso, los vínculos, la amistad.
Llevo días dándole vueltas a una imagen. La memoria es un telar en el que trabajan de manera inevitable las manos del tiempo, la conciencia, la sentimentalidad, la incertidumbre, la imaginación…, y todo a la vez, hasta convertir el recuerdo en una posibilidad de meditación y las ideas en una experiencia ética de la sensibilidad. Hay días en los que no escribo ni leo poesía, pero me paso las horas intentando reconstruir en la memoria un poema de Gustavo Adolfo Bécquer, o de Rosalía de Castro, o de Antonio Machado, o de Rafael Alberti, o de Ángel González, o de Jaime Gil de Biedma, o de Wislava Szymborska, poemas leídos hace tiempo, medio borrados, medio sabidos, pero hechos parte de mí en cuerpo y alma.
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