Los armarios
El siglo XXI se ha hecho viejo antes de cumplir 25 años. Mejor no tener confianza en las pretensiones simbólicas de las edades, porque la historia es una caja de sorpresas y los zapatos que corren más acaban pisando los suelos del ayer. Recargada de ismos, la exaltación de la juventud vanguardista a principio del siglo XX tardó poco en fundar diversas añoranzas del pasado que se vistieron con los uniformes del nazismo, el fascismo, el estalinismo y el falangismo. El barco del amor se ha estrellado con la vida cotidiana, escribió Maiakovski antes de suicidarse. La ilusión de que un tiempo nuevo nos saludara por la calle se ha estrellado otra vez con la vida, pero no podemos echarle ahora la culpa a la juventud. Europa ha vuelto a llenarse de misiles por culpa de personajes propios del pasado y la Guerra Fría. Tan peligrosos son los viejos cascarrabias como los jóvenes adánicos.
Seguir leyendo en El país: