La cultura debe responder
Los momentos de crisis que procuran romper la convivencia de una comunidad buscan como uno de sus primeros objetivos la mortificación de su cultura. Al pensar en el autoritarismo sin escrúpulos y en los golpes dictatoriales, nos vuelven los recuerdos de los asesinatos o las persecuciones sufridas por Federico García Lorca, Pablo Neruda, Víctor Jara, Anna Ajmátova, Walter Benjamin, María Teresa León, María Zambrano o Rodolfo Walsh, nombres que sostienen hoy su valor artístico por encima de palabras como ejecución, desaparición, cárcel, exilio o censura.
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