Hace falta la política

Vivimos momentos complicados. Las dinámicas sociales obligan en la ética política a guardar una doble precaución, a veces muy difícil de sostener. Por una parte, resulta necesario defenderse de las críticas de los adversarios y dar explicaciones ante desprecios e infundios muy subidos de tono; por otra, no se debe reaccionar con la misma crispación que se sufre, porque en ese vértigo los adversarios se convierten en enemigos…

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