Los mercaderes
Lo cuentan Marcos, Mateo, Juan y Lucas en sus Evangelios. Cansado de que el Templo se convirtiese en un lugar de negocios, indignado al ver que los cambistas de riquezas y los tratantes de bueyes y palomas invadían el sentido verdadero de la palabra divina, Cristo hizo un látigo de cuerdas, golpeó a los negociantes, derribó las mesas y esparció sus monedas por el suelo…
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