España, tan mal vestida
Es normal, casi inevitable, que una cebra se sienta incómoda al entrar en un prado de elefantes. No hace falta que un conejo sepa leer un letrero, Cuidado con el perro, para que levante las orejas con atención al pasar junto a una casa con un veraniego olor a perro. Tampoco se sintió cómoda España López al entrar en los salones en los que el Señor celebraba la fiesta de cumpleaños. ¡Nada más y nada menos que 100 años!
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