La izquierda debe dejar de fumar
El tabaco es malo para la salud. Parece que la memoria, la ciencia y la realidad cotidiana están de acuerdo en eso. Pero el tabaco es también una extraña amistad, una manera de negociar con el fuego y el humo, un detalle no prioritario que se tiene a mano, pero que poco a poco se convierte en una obsesión, una razón de vida.
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