Agosto

Mis abuelos se compraron una casa en la playa. Como tomaban las vacaciones en agosto, mis padres se acostumbraron a aprovechar el mes de julio. De manera que durante años he relacionado el estado de ánimo de las vacaciones con julio, aunque la mayoría de mis amigos estuviesen ansiosos por tirarse de cabeza en la espuma de agosto para nadar con alegría por el oleaje de sus diabluras. Gracias a ese pequeño quiebro aprendí también a disfrutar de mi ciudad cuando estaba más desocupada, casi vacía.

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