Necesitamos un partido democrático de derechas
Uno suele alegrarse de los errores del adversario, se cantan y se celebran los goles del otro equipo en propia meta y provoca risas el gallo del cantante extranjero cuando está compitiendo en Eurovisión con el artista nacional. Si nos reímos de nosotros mismos por un traspiés al bajar las escaleras, resulta normal que las carcajadas y las ovaciones acompañen la equivocación de los contrincantes…
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