El crucifijo
Cuando me dan una bofetada, no pongo la otra mejilla. La verdad es que no llego a tanto, pero tampoco me importa que quieran crucificarme por defender aquello en lo que creo…
Seguir leyendo en El País:
Cuando me dan una bofetada, no pongo la otra mejilla. La verdad es que no llego a tanto, pero tampoco me importa que quieran crucificarme por defender aquello en lo que creo…
Seguir leyendo en El País: