La conciencia es una pensión incómoda – diario Público
La conciencia no es un hotel de lujo, sino una pensión incómoda en la que uno no puede quedarse dormido. Está situada, además, al lado de cualquier frontera.
Como somos una sociedad de consumo, nos gusta llenar el carro del supermercado con las ofertas de la semana y las páginas de los periódicos con los escándalos y las polémicas de la actualidad. Consumimos escándalos igual que se consume una caja de galletas. La costumbre en España es que, se trate de lo que se trate, corramos a integrarnos en una bandería. Los toros, la posible exhumación de los restos de un poeta, las actuaciones de un juez, la situación en Cuba, la salida de la cárcel de un preso, la política antiterrorista o las tramas de los corruptos generan siempre una discusión a dos bandas y con afirmaciones tajantes.
Seguir leyendo en diario Público – 4 abril 2010