Política y fútbol
Los niños de provincias suelen tener doble militancia en las ilusiones futbolísticas. Junto al equipo de la ciudad, cercano como el descampado de un barrio o como el patio de un colegio, resulta conveniente elegir a uno de los grandes. Eso permite jugarse también una liga o una competición europea. Yo me hice del Granada Club de Fútbol y del Real Madrid, los dos equipos de mi padre. Es bueno que los niños rebeldes, destinados a llevar una vida muy diferente a la esperada por sus mayores, mantengan algún vínculo familiar sólido.
Seguir leyendo en Diario Público – 25 julio 2010
Hermosa reflexion que vincula las emociones de la juventud, con realidades vividas por todos. Me encnata la relación que hace entre felicidad y politica.
Me siento reflejado en tus palabras y en tus pensamientos.