Barcelona

La literatura, aunque no da derecho a voto, nos hace habitantes nativos de algunas ciudades. Termino de leer el nuevo libro de Josep Maria Castellet, Seductores, ilustrados y visionarios (Anagrama, 2010), y compruebo hasta qué punto he cursado mi bachillerato sentimental en las calles de Barcelona. Nunca he vivido allí, pero las evocaciones inteligentes y poderosas del crítico catalán, mientras apuran los retratos de Manuel Sacristán, Carlos Barral, Gabriel Ferrater o Terenci Moix, me devuelven a una de las ciudades que me han hecho como soy.

Seguir leyendo en Publico.es – 28 noviembre 2010