Novedades
20. Una bella submarinista
Azaña descendió por unas escaleras labradas en las rocas. Según indicó la criada, una mujer de pelo blanco y amabilidad campesina, la señora estaba haciendo submarinismo. Iba a surgir en cualquier momento de las aguas y convenía esperarla en el muelle natural que formaba un pequeño arrecife. Seguir leyendo en Publico.es – 17 agosto 2011
Leer más19. Noche de amor
El indio González Lobo, después de cruzar los mares y recorrer monasterios y salas palaciegas, había llegado a la Cámara Real acompañado por una enana. Allí vio a un monarca bobo, divirtiéndose con un monito. Y nada más. La noche anterior, para reponerse del viaje en la cama del hotel, Azaña había leído El Hechizado,…
Leer más18 . Un soplo de aire fresco
No se confunda, Azaña. Los matices son muy importantes, advirtió el candidato Rubalcaba, nuevo líder de los socialistas españoles. Si lo piensa bien, una cosa es no decir lo que se va a hacer y otra muy distinta no hacer lo que se va decir. ¿Entiende la diferencia? Seguir leyendo en Publico.es – 15 agosto…
Leer más17. El ciudadano Caín
Una colmena de becarios, jóvenes en prácticas y futuros despedidos se dedicaba a los trabajos forzados de resumir, cortar y pegar teletipos de agencias internacionales. Aunque resultaba difícil descubrir en la redacción a algún periodista mayor de 30 años, el paisaje corporal no era saludable. Dominaba un color tuberculoso, propio de la piel que lleva…
Leer más16. La sabiduría suprema
El detective se sentó delante del cargo público mejor pagado de España. Aquel hombre ganaba al año más del doble que el presidente de Gobierno. Imponía respeto saber que el Estado reconocía aquel sillón como el más alto de su arquitectura nacional. Azaña recordó al rey. Pero enseguida rechazó las comparaciones fáciles, porque el monarca…
Leer más14. Un día de preparativos
Es 40 euros más barato, pero no se preocupe, dijo la experta de la agencia de viajes. No vamos a dejarlo en medio del mar. Si usted empieza el viaje con nosotros, nos comprometemos a llevarlo hasta el aeropuerto de Palma de Mallorca. Seguir leyendo en Publico.es – 11 agosto 2011
Leer más13. El señor del silencio
El taxi subió por Puerta de Hierro, jugó en la ciudad universitaria y se detuvo en la dirección apuntada en el papel. Azaña tomó la vereda que quedaba enfrente y llegó hasta el banco de piedra. Cuando Mariano Rajoy le advirtió que iban a quedar en un banco, el detective imaginó que la entrevista se…
Leer más12. Azaña estrena chaqueta
El rumor a batalla doblaba la esquina de la calle Naranjo, cruzaba Tetuán y bajaba por las escaleras del metro. Al corazón encogido de Azaña se le humedecieron los ojos. ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? Que no tenemos casa, bramaba el coro. Paremos el desalojo, ordenaba la rebeldía de una pancarta. Quinientas personas abucheaban a los…
Leer más11. El último revolucionario
¿Sabemos algo del rey?, preguntó Toñi. Estaba deseando que se fijase el día de la audiencia. Le hacía ilusión que Azaña aprovechase ya la ropa estilo Marivent que habían comprado en El Corte Inglés. Pero no, no había noticias del rey. Seguir leyendo en Publico.es – 8 agosto 2011
Leer más10. Un filósofo callejero
Pues a mí me parece que esa es la última moda, le comentó a Azaña su nuevo amigo. A la gente le da unas veces por comer lenguados y otras por pedir merluzas. Con la política pasa lo mismo. Hay modas entre los tertulianos, y ahora se lleva decir que los gobernantes no pueden hacer…
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